La suerte de casarse un lunes

¡Buenos días! 😀 Volvemos a empezar la semana y, por eso, os deseo que hoy sea el mejor lunes de todos, jeje 😛 Para aquellos que sois un poquito supersticiosos y queréis atraer toda la suerte posible para el día de vuestra boda, me gustaría compartir con vosotros el mejor día de la semana para casarse, precisamente el lunes 😉

Aunque actualmente la mayoría de bodas se celebran los sábados porque son los días más prácticos y que suelen ir mejor a un gran número de invitados, en la Europa prerromana el lunes era el día de la Luna, la diosa madre, que protegería a la pareja recién casada y les otorgaría gran fertilidad. En la cultura celta el gran día de los novios también era el lunes, dedicado a los matrimonios felices. Posteriormente, los romanos también tomarían esta tradición.

Campanas de plata

¡Buenos días! 😀 Hoy me apetecía compartir con vosotros una bonita tradición irlandesa 😀 Sí… Lo sé… Cada dos por tres os cuento alguna idea de denominación de origen celta pero ¡es que son tan dulces! 😛 Así que si tenéis ganas de viajar de nuevo al país de los duendes y las hadas, no os podéis perder esta entrada sobre las campanas de plata.

Aunque los protagonistas de hoy no son ni los duendes ni las hadas, la tradición de las campanas de plata también tiene su magia. Y es que en la antigua Irlanda se regalaba a los novios recién casados una campana de plata para su hogar porque ayudaba a alejar la energía negativa y, además, favorecía la relación de pareja recordándoles sus votos y evitando las peleas. Era tal el poder que le concedían a su sonido que hasta las novias llegaban a colgar pequeñas campanas de su ramo.

Con el paso del tiempo, son muchas las parejas que han ido adaptando esta tradición y hoy en día las campanas de plata se han convertido en un regalo para los invitados, con los que se quiere compartir la buena energía.

Piedras de los buenos deseos

¡Buenos días y feliz viernes! 😀 Hoy me gustaría compartir con vosotros una bonita tradición celta que se celebra muy a menudo en las bodas irlandesas, las piedras de los buenos deseos 😉

Cada uno de los invitados de la boda recibe una piedra de río en la que transmite los mejores deseos para el nuevo matrimonio. Después de la ceremonia, esa piedra debe volver al agua para otorgar a la pareja una vida llena de felicidad.

Si buscamos el origen de esta tradición, el agua es un elemento que representa las emociones y el espíritu y siempre ha tenido un importante papel en las bodas celtas. Son muchas las ceremonias que se celebraban cerca de ríos y lagos y que tenían como escenario preciosos parajes naturales. Las piedras, por su parte, representaban la tierra y el poder que tienen de anclar pensamientos y deseos. Es por eso que, durante la boda, los invitados sostenían las piedras entre sus manos y les transmitían los buenos pensamientos dedicados al nuevo matrimonio. Devolver estas piedras al agua representaba una manera de consagrar los deseos, pedir prosperidad y fortuna para la nueva pareja y, a su vez, venerar a los antepasados, que con esta pequeña ofrenda también añadirían su bendición.

Hoy en día se ha adaptado la tradición y se pide a los invitados que escriban sus buenos deseos en una piedra para colocarla después en un jarrón lleno de agua. Muchas parejas utilizan las tradicionales piedras de los buenos deseos como un original libro de firmas.

La ceremonia de la Unión de Manos

¡Hola, hola! 😀 Hoy me gustaría compartir con vosotros una bonita tradición celta para bodas. Los celtas creían que el matrimonio era un acto muy importante en el que no sólo se unían dos personas, sino dos almas que, tras buscarse, se encontraban para convertirse en una. Este encuentro se celebraba con la Unión de Manos, un pequeño ritual que, si os gustan las ceremonias emotivas y con mucho simbolismo, os encantará 😉

La ceremonia de la Unión de Manos es un rito celta matrimonial donde los novios, mirándose a los ojos, toman sus manos izquierda y derecha formando el símbolo del infinito mientras atan a su alrededor un lazo con un nudo para simbolizar la unión de las almas de la pareja. Esta alianza convierte a los novios en el apoyo incondicional el uno del otro, en perfectos compañeros, en guías y en maestros. Una vez terminada la celebración, el nuevo matrimonio podía desatar el lazo.

Aunque la ceremonia es centenaria, actualmente sigue realizándose y son muchas las parejas que deciden unir sus almas a través de sus manos 🙂